miércoles, diciembre 18, 2024

DIVAGACIONES DE UNA LUNA NORTE

 


Luna del norte, está presente. Mientras mis huellas se dejan a ras de una tierra que avanza donde las flores de invierno saludan al son de un viento que no cesa…Tic-tac…Tic-iac, las horas, los minutos, los segundos se entregan al pasado que no es el ahora, dejo mi memoria en un rincón donde el malestar y la discordia no moleste, no sea ese estorbo donde rompe la pena en un llanto alargado en este presente que ya se ha ido frente un espejo donde mi cuerpo semidesnudo baila. Y baila , solo, con los ojos puestos en mis ojos, con mi vientre puesto en mi viento. Con calma , al filo de lo gélido. Un gallo canta, son las seis de la mañana. Despierto donde los sueños elaboran mi verticalidad, pausadamente , frente al espejo sigo bailando condicionada por una melancólica música que me lleva lejos…muy lejos…tic-tac…tic-tac. Atraída por el cosmos, me agarro a una estrella en toda su dimensión, en toda su gravedad, en toda su luminosidad. Pido un deseo. La luna del norte sigue presente. Ah, me encuentro con mis amados, con mis amadas almas en un pensamiento que deja paso a una alegría. Y porqué no, la belleza imperfecta acoge mi mano y soy puente entre riscos donde los dragos dan cierta sombra. Y me pregunto que será, será de mi mañana, cuando nazca de nuevo, cuando los gallos saluden el nuevo día, cuando los pájaros cantan a la hermosura de esa mirada rescatando la mía. Esta tierra será diferente, distinta, la naturaleza se erige en tormentos y seguiremos los pasos de nuestras creencias, de nuestras ideologías. Del espejo, mientras mi cuerpo danza al son de un tic-tac…tic-tac sale una mano, una mano suave. Le entrego la mía y la pesadumbre nos relata nuestro hoy, que es el ayer, que ya se fue. Su sabiduría me entrega las riendas de lo hermoso, de eso que es bonito de esta gente que transita por la isla. Y soy olvido, me olvido de cada estrago, de esos estorbos del pasado. Levanto los ojos y veo un halo verde, azul, naranja al son de mi danza. Emerjo donde mis pisadas no sean eclipsadas por cristales rotos. Emerjo donde las ballenas llevan su canto. Y , aquí, en esta tierra, en la isla soy prospero deseo del mañana, que se habrá ido con flores nueva.

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