La sonoridad de los desaparecidos,
La invisible pena de la pobreza
La caída libre de los corazones
Los marchitos ojos de los deseos
El derrumbe de las almas
Lo continuo de la soledad
Las palabras cesadas en la agonía
Los pasillos indecisos lumbre de sombras
La despedida de tu caricia
Un adiós que lame el llanto, la desgana
El febril resonar de la llamada
Y te llamo, y te nombro
En el anonimato de mis deseos.
En el callar de mis despertares
En lo frío de los nocturnos
Cuando la luna asoma
Y te lloro, y te busco
En las ráfagas de la razón
En las calles sin farolas
En las estaciones fatigadas.
Cierro mi boca
Expulso la memoria
Y me vengo al ahora
Bailando con el silencio.
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