Agosto
La luna
Una tarde nada en particular
Donde la isla se mece
En el magmático reflujo de las olas.
Los callados pájaros.
La hierba muerta
Hasta que las primeras lluvias regresen.
Agosto.
La luna.
Una tarde donde cipreses honran lo insonoro.
Te llamo.
No contestas
Y mis ojos espacio de la nada
Se mezclan con la humedad pegajosa
Del hastío, de la desgana.
Agosto
La luna
Una tarde donde respirar se hace bello.
Y te vuelvo a llamar.
Y te vuelves a callar
Y mis ojos perciben la nada,
La nada de las olas,
Los silencios herméticos de mis sentidos.
Agosto
La luna
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