Tan infinito como efímero, las
constelaciones se revuelcan en las mareas, las ballenas no cantan y retorcidos
silencios es temblor de las espaldas cansadas. Tan eterno como fugaz, los
cuerpos se abrazan, se acarician en la plenitud de la luna las manos ojerosas
hablan del amor. Tan bello como perfecto, nuestras pisadas que al unísono juegan
donde la paz es vela de la esperanza, del reverder de esas almas obsesionadas
por gravitar en la oscuridad. Y todo queda aquí. Y todo es símbolo de nuestro
hoy, de nuestro ayer. Sostenidos en puentes colgantes cantamos , bailamos y
esperamos la sonrisa de los inocentes, de las voces de las tumbas anónimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario