Cierra puertas. Cierra ventanas. La luna en plena lucidez.
Mujeres de blanco bordando la paz, la libertad. Un callar. La conversación de
almas heridas.
MIrame
Mírame
Mírame
Solas. La sed raja los vientres. El hambre rompe los
cimientos. La libertad de los sentidos canta a la agonía. Estamos aquí. Somos
mujeres de blanco. Una paloma se posa en al ventana. Una paloma plomiza y cae en
picado a esos pozos donde la existencia hace un hueco a la nada
Solas . El espanto de plumas de sangres. El dolor de ojos cansados.
La noche fría y continuamos a nuestro paso, con banderas blancas.
Solas. Es amarga la
derrota del yo. Somos hijas del callar. Somos hijas de un grito donde que
resuena más allá de cuerpos desnudos desfilando ante la muerte. La tortura se
hace insoportable. Las penalidades de la humanidad. Soy mujer de blanco. Soy
mujer cantando al adiós.
No te despidas compañera. No. Somos mujeres cantando a la paz.
Algún día….Si. algún día todos nos concienciaremos y seremos hijos del
equilibrio, de la paz. A todo es terror. Ahora todo es lamento. Ahora todo son
llagas alimentándose del rencor. Y de qué sirve. Bebamos de nuestras manos, de
nuestra fuerza orientada al norte de los sueños.
Y qué es la despedida sino un nuevo crepúsculo tras esta
pesadilla. Estamos solas. Solas. Escucho el llanto de un anciano y en su mirada
se descubre una silueta mutilada. Cuerpos sembrados donde el mutismo se
anquilosa al duelo.
Un duelo eterno. Despidámonos. volvamos a ese rincón donde
los pájaros cantan. Donde aves migratorias llevan el sabor de la vida. Una vida
en vertical, sin lo pesado de balas cruzando el cuello.
Abre puertas. Abre ventanas. La luna
Mírame
Mírame
Mírame
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