Estaba aquí, sin saber el porqué.
No era mi sitio más mi conciencia me llevaba al desaliento. No me sentía incómoda
pero sin embargo era extraña a este lugar. Miraba la luna. Miraba los pájaros y
la noche se hizo y la lluvia vino. Un silencio hermoso comentaba del sabor de
una mirada, ausente en estas jornadas. Un oleaje calmo comentaba de la desnudez
de nuestros deseos. El universo , pensaba, se involucraba a este sino de mis pisadas.
Un camino errático donde la desgana alarga sus cadenas. Hechizada por la luna,
observaba los astros como señal de un despertar entre cenizas. Derrotada
levanto la vista, cultivo el arte del distanciamiento como cansancio monótono
que se apega a mis espaldas. Tocan a la puerta, rápidamente fregó la losa del
fregadero y es que la dejadez amplia el aislamiento. Tocan a la puerta,
estática soy temblor que se ramifica más allá de mi vientre. Lo pesado hace
cerrar mis ojos y me doy cuenta que está ahí. Y me doy cuenta de que ya no
yo. Y me doy cuenta de que la bestia se
engancha a mi garganta hasta saciarse. Veo mi cuerpo tendido en el piso,
muerta. Veo su odio enhebrando la maldad, un gesto de desprecio se vincula a la
bestia. Y, ahora qué. Ahora soy ausencia en este plano de la tierra. Veo mi
boca de la cual un hilillo de coágulos sanguinolentos corren. Veo mis ojos ,
abiertos, inertes. Ahora, miro las estrellas, cuento cada fugacidad de los días
en que sido condenada, martirizada y la pena incrusta lágrimas secas. Te lo he dicho, no , no te quiero. Quizás no
lo sepas, solo el miedo me hace ser árbol cuyas raíces van cortando a lo largo
de los años. Ahora estoy muerta. Veo mi cuerpo tendido en la mala vida que me
has dado.
XX; Aquí, tendida, sobrellevando
el peso sobre mis hombros. Con mis ojos henchidos, con la mezcla de la nada.
Aquí, donde las olas suenan cuando golpean las rocas, mi cuerpo arrojado en la
soledad. Tu, ahí, como si nada hubiera pasado, como si yo fuera un derecho tuyo
y tu poder tirándome en la marea mala, en la marea fea donde no seré hallada.
Pero bucearé donde la verdad se esconde y saldrás culpable. Sí, culpable de mi
decadencia. Sí, culpable de mi dolor. Sí, culpable de mi mudez. Sí, culpable de
mi destierre donde los cetáceos cantan. Aquí, te veo mientras tira ese cuerpo
que no más es germen de este mundo. Y te observo, sudoroso, delirante en tu
poder, en tu error.
YY;
¿Dónde estas? Ya no existes,
pero, un tormento se venga de mí. Escucho tu voz, siento tu sombra y sabes, te
detesto. Este mar no dirá nada, ni de ti , ni de mí. Solo has desaparecido en una
ciudad donde todo parece ruidoso. ¿No me dejas vivir Dónde andas? Con mis
propias manos me he deshecho de ti. Con mis propias manos te he quitado la
vida. No veré más tus ojos. Esos ojos me ponían nervioso. Tu secuencia aparece
ahora ante mi , como fallo de mi amor. Te lo mereces mujer. ¿Déjame descansar
Dónde estas? Es como si tu aliento viniera a mi y tu no más que eras algo que
no se merece amar. Veo la oscuridad de
la noche, de una noche otoñal donde todo se revuelve y tu te revuelve desde esa
tumba desconocida, que nadie hallará. Te he hecho el bien y no lo entiendes. Me
molestas, sacas maldiciones a tu existir. Nunca debiste cruzarte conmigo, me
amargaste y aquí esta la solución. Nadie te verá jamás. Nadie te extrañará.
Solo eres una persona en su trinchera escupiendo el mal. Quieres ser más que yo
y no es así. Yo soy el que domino toda esta atmósfera.
XX;
Vuelo donde las pardelas me escuchan.
Vuelo donde la justicia me abre su frontera. Y entraré. Verás como entraré y tu
serás culpable. Culpable de mi desorden. Culpable de mi muerte.
YY:
Calla¡ Calla¡ Y aun sigues, es
como si tu olor me acosará. Mi cabeza parece estallar. Vete mujer. Vete donde
las mareas hagan trizas de ti.
XX:
Las ánimas vienen. Las ánimas te convocan.
No vivirás tranquilo. Irás por las calles como rareza de esta ciudad y caerás.
Sí, caerás como enjaulado culpable por el resto de tu tiempo. Eres culpable.
Sí, eres culpable de las mareas terribles de la existencias ¡culpable¡
Desfigurado hombre de intenciones falsas con los que te rodean. Culpable. Sí,
eres culpable que yo sea ahora no más que un pedazo de velo en las fosas del
vacío.
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