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Presiento
su distancia, la reconozco. Ella estuvo aquí y ahora ha regresado. Su espíritu
abarca de su yo y con la entereza del retorno se encuentra detrás de mí.
Recolecto cada imagen de hace años, muchos años, cuando cruzaba la frontera con
un niño en la mano. Y a qué viene. No lo entiendo, sola, con el asombro de las inclemencias
a la humanidad. Yo sigo aquí, como siempre, entregada a las derrotas. Mi vida empieza
y terminará aquí, entregando todo mi yo a este martirio incesante, a esta
tortura de gentes inocentes. Me siento presa de un error y ella ha vuelto. No
sé lo que cursa por su cabeza, pero de la forma quieta en que me mira viene por
mí. Un error. Una lástima. Un llanto amargo le espera. Soy solo leal a lo que
acontece en este campo. Me he entregado enteramente y seguiré hasta que mis
fuerzas culminen bajo tierra, hasta que mi entereza diga, no puedes más y es
hora de marcharse. Mientras seré lo que soy, una mujer atrapada en el dar, en
la ayuda de estas personas que tanto lo necesitan. Ella no sabe de mi ayer. Un
ayer que es vano pronunciar solo, el hoy, este presente donde soy bonancible
con esta labor…me satisface. Venga hombre usted puede sostenerse…venga
levántese, la comida le espera. No haga colas si no quiere pero tiene que
enervar sus fuerzas para el mañana, para un sueño del mañana. Hace frío…mucho
frío. Deme sus manos, así, se las calentaré un poco. Arrimase al fuego ahora
que la noche viene, una noche pesada. No creo que llueva esta noche, venga
hombre, anímese al calor de estas fogatas, tiene que recuperarse para llegar al
final. Y llegaremos, me pregunto. Se acabará esto algún día. No. Todo seguirá
igual, aquí u otro lado de este planeta desigual. Porqué no se dará la vuelta y
se va, como en aquel año, cuando ella anhelaba tanto la huida de este infierno
eterno. Venga, anímese insisto, tiene que coger algo de calor sino….ya sabe a
que me refiero. La desgana abulta esta tierra de nadie, se ha perdido toda fe
en la lucha por la supervivencia y ella ahí, no deja de observarme. Y eso no
quiero, no quiero que la dejadez los invada. Algún despertar será como aquel
año donde todos cruzaron la frontera. En mi la escena de ella se quedó grabada
con aquel niño que le da la mano...CONTINUARÁ
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