miércoles, enero 18, 2023

EL CAMINO INVERTIDO(NARRATIVA) 20

 

20

Mis espaldas cansadas, mi vientre desalentado, mis piernas estáticas y una lagrima contenido en mis ojos. El quiere hacer su vida, ha termino sus estudios y es hora de emprender el viaje de la independencia. Una cuesta arriba le espera, lo presiento, aun así todo será imperceptible con el influjo de su personalidad, con ese carácter arraigado aun cuando ambula solo en los campos desesperantes, dañinos. Se agarrará a la mano de lo cotidiano y con las prisas emprenderá su ida. Lo dejo, no digo nada solo que mis espaldas están cansadas, mi vientre desalentado, mis piernas estáticas y una lágrima contenida. Todo se reúne lo amargo y lo alegre. Me motiva y en mi recóndita armonía soy luz de su mañana…de su mañana. Se va. Lo dejo marcharse como las hojas verdes cuando sopla el viento fuerte. Le he entregado todo mi saber, todos mis compendios de como luchar en esta vida y me encuentro satisfecha. Bajamos al parque y lo abrazamos, fuerte. Ya no es un niño. Ya no es muchacho. Es un hombre que tendrá que caminar solo, aquí estaré para cuando lo necesite como cuerda que tira y tira para el brío de la vida. Volvemos a casa, su entusiasmo es indescriptible ante el trabajo que tendrá que realizar y me siento caer. No me gusta las emociones gloriosas, grandes. Y sé que es manía, que mi cautela describe las circunstancias que me han recorrido.

Querida:

Todo crece, todo madura y todo vuelve a la tierra. El niño ya es un hombretón y se va, se independiza. Mi mente se fija en su mano, esa mano con la tanto he andado más allá del sufrimiento. Pero el ha terminado sus estudios y se ha integrado, ahora es uno más de esta sociedad, de esta cultura. Me sorprende, me asusta que no me pregunte por su ayer, por su niñez y comprendo que remover esas heridas, esos pozos puede ser destructibles para él, para mí. Mejor así. Ahora se puede decir que estoy sola y que te espero, si me recuerdas. Tu rastro no lo hallo y todo es tan rápido. El espejo se viste de mis canas, de mis ojos agrietados, de barriga abultado por el paso de los años. Y aun así te pienso, te converso cuando nadie me ve. Ahora, me quedo sola, en las inmediaciones de un sin sabor por su marcha, como tu nada. Y no sé porqué te sigo luciendo en mis pensamientos. Serán los años, el temor de quedarme vieja y sola y todo lo que ello implica. Ya sé que es el corazón el que dicta el estado de las sensaciones, de los sentidos. Pero, te juro, tengo un miedo extraño a envejecer entre estas paredes con solo el sonido del viento, de la lluvia, de los días soleados, de los días oscuros, de los días planeando en el silencio de unos ojos. El, mi hijo, sin embargo tiene unos ojos que le darán lumbre, no se por cuanto tiempo pero me siento feliz cuando sus cachetes se enrojecen cuando se la nombro. Y la he conocido, parece buena chica. Y los miro y en mi crece un cierto recelo, una envidia sana de que haya descubierto un amor. Pero la vida se expande y contrae, son tan jóvenes…que no se sabe los vuelcos que puede dar ¡Ay querida mía¡ Sí, porque te quiero...CONTINUARÁ

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