Oscurece. Ha oscurecido en este
mes de octubre donde Orion cabalga en inmensidad de esta galaxia. Somos parte
del hoy, del ayer y de un mañana en pleno siglo XXI que retos nos traerán. Por
ahora parece que la guerra ha acabo en la tierra. Un planeta que es tan solo
una mota de polvo en la inmensidad de este universo que nos abriga, que nos vio
nacer, que nos dio la vida. Viajo por otros mundos, otros planetas donde la
existencia es fuente de progreso y ellos con sus dimensiones paralelas son
capaces de rastrear toda nuestra existencia, todo nuestro ayer. Somos cuerdas que se expanden y se contrae en
el espacio y tiempo según el punto de mira. Tendríamos que irnos lejos...muy
lejos y de ese observatorio llamado cosmos observarnos en cómo vamos
evolucionando. Seríamos jóvenes eternos con los achaques de cada sistema de
vida. Una vida ralentizada, observando
cada movimiento de nuestro hoy para ellos que sería el ayer para nosotros. Un
cierto escalofrío surca por mi piel y solo imaginarlo sería como esa media
fuerza , esa quinta fuerza que engulle galaxias, que crea materia oscura.
Oscurece. Ha oscurecido en este mes de octubre inflado por el pensamiento.
Somos polvo de estrellas y en ello nos convertiremos. Somos una pizca de esta
masa oscura que nos deleita cuando la noche es hija de las constelaciones, de
los planetas, etc... Y me pregunto , seremos hijos de otras civilizaciones.
Muchas causas misteriosas de nuestros antiguos me prestan a ello. civilizaciones desaparecidas, civilizaciones
vivas, etc. Un mero experimento de conducta y comportamiento de sus errores que
nos erigen al mismo error, la autodestrucción. Nunca nos enteraremos. Somos hijos,
hijas de este mundo y buscamos y rebuscamos en la noche de la tierra. Y todo gira....y todo amanece ….y todo
oscurece. Nuestras raíces se clavan en nuestro ombligo y creemos ser el centro
universal. No es así mirándolo de forma global.
Oscurece. Ha oscurecido en este julio y una luna cabalga en la inmensidad de
este planeta. Me arrimo a mi telescopio y puedo palpar uno de los espectáculos
más sorprendente de la humanidad, el vacío, el silencio. Nuestro ruido se expande por ondas
desconocidas más allá de esta esfera ¿Quién las escuchará...? El quejido de este nuevo mundo apresado por la
sed, por el hambre, por el dolor y porque no por alguna sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario