Me miras
Lo cierto es que desde esta muralla de navajas en la
frontera todo tiene cabida
Te miro
Aquí en la isla todo pace en serenidad, nos acordamos de ti
y no sé porque una saliva amarga quema mis sentidos.
Me miras
Aquí hace frío. Los niños juegan. Alguien toca un piano roto.
Y todo se hace grande, eterno. La espera es larga…muy larga. Y los niños juegan.
Y alguien toca un piano incansablemente. Es invierno en esta desolada huida.
Te miro
Un mirlo deshabita mi pensamiento, todavía no ha amanecido,
el ritmo dormido de la ciudad me conmueve y siento agrado. Tu, ahí, en la
frontera, donde los soldados deambulan en la amenaza. Estate quieta, te digo. Llegarás,
llegaras con el tiempo preciso de la vida.
Me miras
Todo es oscuridad. Todo es de un tono gris donde la desorientación
nos lía en ausencia. Estamos ausente de este mundo. Somos resonar agónico a la
nada. Un precipicio nos llama y los niños juegan y alguien toca un piano roto.
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