La sonada pisada de las olas
La vertical sonrisa de los astros
Los blancos ojos de la luna
La balada de la desnudez
La esquina de los pianos
Las calladas palabras.
Los rincones del vacío.
La molicie de las horas.
El tiempo implacable,
Dilatado en un firmamento
Que nos hace hijos de su vientre.
Un árbol retorcido.
Raíces que emanan de las manos
Los acantilados de la mudez.
Y el tiempo implacable,
Con su paso negado
A las hogueras
Donde los cuerpos juegan.
El océano nos acoge
Con su soga blanca en esta tierra
Y nos expandimos, nos contraemos
En el devenir de las jornadas.
La queja se hace ausente.
La herida se quiebra en un horizonte
De sonada pisada de las olas
De la vertical sonrisa de los astros
De los blancos ojos de la luna
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