Luna menguante
El desorden de la urbe
Mirlos danzando al otoño
Una rama rota en las pisadas
El aliento de tu cuello
La caricia de tu rostro
El silencio.
Madrugada
Y los mirlos danzando al otoño
El desoír de mi canto
Una marea quieta
El repetitivo fatigar de la existencia
Tus ojos huidos
Tus manos invisibles
La herida de las tumbas
El silencio
Luna menguante
Y los mirlos danzando al otoño
El sueño ahogado
Mi cuerpo mecido en los astros
El callar de los sentidos
El agotado espejo
Un reflejo sabor a muerte
El silencio
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