LA
ESQUINA.
Lumbre
de una bella ciudad donde el sol planea alentando a las almas. Lo viváceo de
sus parques recorren las aceras. Las leyendas de la oscuridad da una cierta
sensación que arrastra la emoción al ayer. Callejuelas adoquinadas en el peso
de una colonización, de una isla secuela de distintas nacionalidades para
aunarse en una cultura única. Ella ahí con el resonar de una luna bañando la
isla, con el intenso quejido de un perro
que ladra cuando el amanecer tiende sus redes y bucea en un mar de nubes.
Ella1:
Entro
, salgo de esta condena casa donde los ecos de los alaridos de no sé quien me
enfrenta a una ciudad donde sus rincones vuelan a un mismo destino. Salgo,
entro de estas paredes donde los portazos de sé quien me impide concentrarme en
mi verticalidad. He pasado la noche en vela con la duda de si entro o salgo…de
si salgo o entro. La molicie de los años me ha vomitado en la insonoridad. No
doy explicaciones. No doy aliento. No doy querido corazón, los abrazos de un
ayer perdido. Todo se guarda bajo el secreto, bajo la incógnita de mi mañana,
de mi hoy. Sin embargo, la localizo. Sin embargo, la hallo. Sin embargo, me
enamoro.
Eco1:
Sin
embargo la localizas.
Sin
embargo la hallas.
Sin
embargo te enamoras.
Sin
embargo estás aquí, donde los pájaros no
cantan. Donde las yeguas en playas vacías trotan al ritmo de la lentitud de tus
pisadas.
Eco2:
Sin
embargo la localizas.
Sin
embargo la hallas.
Sin
embargo te enamoras.
Sin
embargos eres hija del buen querer. De hilos cosiendo tu rectitud ante un sol
que viene. Un sol seguro, soberano, noble.
Ella2:
Entras
, sales…sales , entras. Me ves y no me ves. Me esperas y no me esperas. Ángeles protectores te someten a una dura
prueba, a una dura emoción, a una dura pasión. Como siempre te quedas ahí, en
esa esquina, dejando pasar el tiempo, las horas, los soles en el cotidiano
refugio de tus sentidos. Entras, sales…sales, entras. Me ves y no me ves. Estoy
aquí, ante tu mirada perdida en un horizonte donde amanece. Tu ceguitud amasa
tus años. Tus sueños quedan en esa esquina que revienta tu espalda.
Ella1:
Busco
la memoria. La memoria de un ayer cuando era
estela de los refugios del amor. Ahora, callada, con la charla en una esquina
donde mi espalda es cortada por su filo. Me vierto entre los aromas de los
balcones donde el olor a café despierta mis sentidos. Solo su olor….gravito
donde los pájaros mañaneros rompen el silencio y me siento despertar. No , no
te veo. Sin embargo, la calma revuelve mi estómago. Sin embargo, la desgana me
acaricia. Sin embargo, mi corazón es vuelo donde te encuentro.
Eco1:
Sin
embargo la calma revuelve tu estómago. Sin embargo la desganas te caricia. Sin
embargo tu corazón la encuentra. Puede ser que dejes esa esquina y tomes rumbos
nuevos. Puede ser que abandones tus viejas ideas y nazcas de nuevo. Puede ser …tal
vez…hoy, mañana.
Eco
2:
Sin
embargo la calma revuelve tu estómago. Sin embargo la desgana te caricia. Sin
embargo tu corazón la encuentre. Puede
ser o no puede ser que este ante ti y no se abren tus ojos. Puede ser que te
visite e invertida desconozcas su llegada. Puede ser ….tal vez…hoy, mañana.
Ella2:
El
mundo desquiciado se revuelve en su conducta pasada. El mundo incoherente se
ramifica en un magma que hace sangrar las agujas de un reloj. Tic-tac, tic-tac…el
paso del tiempo nos detiene y nos asomamos al ayer. Tu en esa esquina, dicen
que no es mejor volver. Continuar y continuar donde los pájaros cantan. Donde
las lunas gloriosas hacen hermosa las noches. Donde mis ojos y los tuyos se
alinean en la misma vía hasta el fin del amor, de nuestras vidas.
Ella1:
De
mi esquina. Sí, de mi esquina, avisto más allá de estas ancianas calles los montes,
los montes pelados tras un duro agosto. Es agosto y soy cerrado hueco a las
luces del hoy. No , no te veo y te busco.
Ella2:
Sí,
me ves. Siempre me has visto. Perspectiva incierta que no da aliento a tus
sentidos. Te grito y te grito y desapareces en vertientes oscuras donde el hechizo te deja en una
esquina. Miras y miras, la esquina es tu reflejo, estática visión de los
corazones bordados al sol.
Eco1:
Sin
embargo ante la espera te desnutres de deseos. Sin embargo ante la espera te
muerde la memoria.
Sin
embargo no la ves…no la ves. Girar y Girar a espaldas con la pesadez de las
jornadas, de los soles idos, de las lunas venidas.
Eco2:
Sin
embargo ante la espera te desnutres de deseos.
Sin
embargo ante la espera te muerdes la memoria.
Sin
embargo no la ves…no la ves. Girar y girar en la desdicha de tu callada manera.
La
esquina. Ella y la esquina. La esquina y ella. Agujero profundo donde lo sobrio
y vago se unifica en la dejadez. En la pena honda abultando las ojeras.
FIN
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