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¡Uhm
Nicolasa¡ Por allí viene Sor Ana ¡Ay Sor Ana¡ Esperas que la noche se entregue
en los sueños de tus compañeras para salir del convento. Dejas tus ropas cuando
el siglo tañe el 1800 en la arena y desnuda ves lo que no eres, ves un mundo lleno
de puertas donde tu piel abraza el rumor del oleaje, donde tus sentidos se
mezclan con la espumas. Miras al cielo, una luna redonda, una luna blanca y
quedas preñada de los astros que le acompañan y te sientes tu, y te sientes
libre, y te sientes en la verticalidad de tus deseos. Tu vientre se hincha das
nacimiento a nuevas estrellas desconocidas, a nuevos deseos, a nuevas ganas se de ser mujer que se tiende
en la brisa que corre ¡Ah sor Ana¡ el océano y tu…tu y el océano. Y nadie te
ve. Y nadie te extrañas. Mala cosa si te descubrieran. Caerías en los calabozos
del vacío así, desnuda. Dejarían que la humedad te arrebatará la vida, tu vida
alegre cuando nadie te ve. Respiras y eres pez que se mezcla con ballenas, con
la oscuridad de un mar que no dice nada. Solo, te deja. Sor Ana vuelves a la
orilla, te tiendes en una noche verano bañada de complicidad como la madre
naturaleza y eres tú y te sientes libre. Miras tu roja ahí, acostada en la arena
y sonríes. Con tus ojos recorres la inmensidad de esta playa de una orilla a
otra orilla ¡Uhm Nicolasa¡ Sor Ana se viste tras estar seca. Dime…dime Sor Ana
que será de ti cuando abran tu misterios. Te es igual. Abrazas con intuición y
soberanía tus pisos. Sabes que las noche de luna son memoria de ti. Sabes que
las noches de lunas ciegan y hace sorda a la isla. Sabes que las noches de luna
hipnotizan con cierto aroma los sentidos del odio. Sor Simona retornas a tu
convento, a tu techo. Vas tras hacer el
amor con la marea. Vas tras acariciar la arena. Vas tras besar la luna. Vas tras
el nacimiento de nuevos astros. Astros que te guían en tus huellas borradas
hasta ese edificio hermético. El agujero
parece estrecharse, son las promesas de un ayer callado, de un ayer dibujando
fragmentos de un hoy. Un hoy de luna hermosa. Un hoy de luna bonancible. Un hoy
donde las secuelas benevolentes de la isla me vienen a la memoria. Miro más
allá de la barra, la isla de enfrente aun anda despierta. Lucecitas juegan con
la noche. Lucecitas traen el agradable sabor de islas de los volcanes...CONTINUARÁ
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