Soles cenizos,
El vuelo de un mirlo
El vaivén de la pena
Y el deseo.
Cuerpos que se juntan
Cuerpos que embelesen
Cuerpos que se desnudan
En el canto unísono de un horizonte
Cercano a la conversación
Con alas inacabadas.
En la verticalidad
Del vientre con vientre,
Del labio a labio.
Siento frío,
La tempestad cruza mis ojos infinitos.
No te observo.
No te siento.
Y, sin embargo te espero.
Soles grises
El letargo profundo de las olas,
La inquietud de las manos
Liadas en un hueco austero
De soledades
De miradas tristes.
No te observo.
No te siento.
Y, sin embargo te espero…
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