No.
No viene la cura
De las tormentas presentes.
No.
Nuestros labios
Pacen en ramas secas , rotas.
No.
Todo se vuelve oscuro,
Un cierto despecho converge
Donde la mano se ausenta.
No.
No viene la cura.
Días y días
Noches y noches
Donde las almas viajan a la desidia.
No.
El hoy se vuelve extraño,
Enrarecido en una atmósfera
Que nos aturde, que nos ignora.
No.
Cuerpos perdidos
En el precipicio desquiciador
Tendidos en las rocas salvajes
Del vacío….del vacío.
No.
No somos eternos ,
La perpetua gira en torno a hogueras
Donde los colmillos se nutren
De nuestra lengua.
No.
Un apagón en transcurso de los tiempos.
Todo cambia.
Todo fluye.
Y volvemos al principio de los imperios.
¡Qué será¡
¡Qué será¡
La ceguera nos ata
A vastas columnas marmóreas, frías.
Solo nos queda el deseo,
Escapar de lo desconocido, de lo ruin.
No.
No viene la cura
Mientras volemos en el foco de los sueños.
Mientras seamos huidas de lo incierto.
Mientras acariciemos el eco de algún amor.
Mientras acojamos el ritual de la danza.
La danza del silencio.
La danza de la soledad.
La danza de la ausencia.
Escuchad…escuchad el estruendo de una sonrisa.
Escuchad…escuchad el canto de los pájaros.
Escuchad …escuchad la mirada perdida.
Escuchad…escuchad el abrazo de los labios.
Escuchad. …escuchad los sentidos del aliento
Escuchad…escuchad las raíces de este mundo.
No….no lloréis a la tierra.
No…no lloréis a la ignorancia.
No …no lloréis en el viaje.
No…no lloréis al ayer.
Y llegará los soles de la benevolencia.
Y llegarán las lunas de la esperanza.
Y llegaran soles y lunas ahuecando nuestro llanto
Para nunca más.
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