Despierto. Un aliento de soledad ronda las aceras. Día 15 de
marzo del 2020. Un virus se revuelca en la respiración atenta, pausada.
Inspirar y espirar, espirar e inspirar. Aplausos aquellos valientes que
demuestran sus ojos , sus manos a esta batalla que hay que afrontar. Despierto.
Miro desde mi ventana, el ambiente se vuelve estático, hermético, consolidando la lucha. Un baño de agua
caliente se enhebra en mi desnudez, en vertical. Despierto, la cura se frota en
los cuerpos andantes del mañana en una atmosfera embelesada en las ganas de
sonreír. Despierto, el cielo está
nublado, el frescor penetra en mi rostro y me enderezo, sorbo un café, un
cigarrillo y lo cotidiano se vuelve techos donde las pisadas se repiten, se
atañen a una cierta tristeza, a una cierta voluntad de ser vuelos altos de los
sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario