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Toma
el sentido de un sueño, de un viento que viene y cabalga como mujer indomable
por la espesura del bosquecillo. La
tarde quiere despedirse, ella no quiere…no quiere ser tragada por una gruta
donde la luz se apaga sin razón. Desea volar y volar con la vigencia de su
cuerpo semidesnudo ante el frío. No le asusta, más bien le gusta, le agrada
sentir la acaricia metálica de su corpulencia invisible. Se recrea en una vida
de soledades amortiguadas por su videncia. Sí, ve más allá de las sombras, de
las almas que la visitan y tratan de animarla para el continuar de su jornada
¡ánimo mujer de la nada¡ ¡ánimo mujer de tempestades¡ ¡ánimo mujer del
silencio¡ Ya verás que el mañana será un dulce y reconfortante recreación de tu
aliento, de tus palabras ahora encadenadas como bestia extraña en la tumba de
tu guarida. Aun eres joven. Aun eres vergel donde las manos se anudan
recibiendo la llovizna de la razón. Todavía eres vertical. Todavía eres mujer poseída
por la vida…por la vida. Las almas la siguen rodeando, le siguen cantando en
una balada fértil, rebozada de esperanza, energética en su tonada. Retorna donde su memoria la lleva, retorna a
su hogar como mujer desvencijada por la vuelta. Se le escucha sollozar,
quisiera seguir como mariposa de alas libres, de alas vivientes con la
naturaleza a su derredor. Agatta, Anne, Adelfina por un momento se detienen ,
un flash traspasa sus ojos, una energía que las lleva pensamientos apalancados
en lo raro ¡Qué será¡ ¡Qué será¡ se pregunta cada una de ellas. Solo una luz
ávida como la brisa fuerte. La casa no la encuentran aún y ello las desespera,
el misterio que deposita las cubren de ideas raras. Ideas bosquejando lo impenetrable,
lo sumido en un mundo aparte de lo que ellas conocen. Corre y corre esta mujer
vestida de arboledas viejas, vestida de un sollozar cuando su puerta se cierra,
cuando su puerta encadena a candados infranqueables. A la estrella solar le
queda poco , nubes vienen con el viento forzado por el otoño, todo se va
haciendo más oscuro en cuestión de minutos. ..Tic-tac, tic-tac..Escuchan un
llanto, un llanto que pinta maléficas expresiones del ser humano ¿Una muerte? ¿
Una tumba? No saben ¡Oh, el otoño¡ fiel depredador de la razón, de los
pensamientos que pasan frente a nosotros y no nos damos cuenta ¡ Oh, el otoño¡
coro de pinzones viajando donde el frío aminora su ritmo frenético. Almas en
pena se sumergen en la profundidad del lodo y todo es callar , solo, conversa
el viento…el viento titánico…CONTINURÁ
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