jueves, noviembre 14, 2019

AMPUAM....2 PARTE


2

Un jardín en la dejadez del tiempo, un tiempo que pasa y se sirve del canto virgen de la naturaleza. Ventanas rotas como si la nada rocosa quebrara sus pilares pero aun con un techo, con unas paredes sosteniendo las estaciones de antaño. Y de nuevo tocaron , esta vez Anne. ¡Ah Anne¡ que tímida y diminuta eres  con  ojos negros como la noche que reposaba en su espalda, con los ojos brillantes como los astros dominando el ancho universo, con los ojos lagrimosos dominados por una fuerza del mal. Callamiento. Se miraron unas otras , taciturnas, heridas de conciencia ante las alta madrugada, ahuecadas en el naufragio de la búsqueda. Paso un tiempo y ellas creyeron…no, no creyeron , escucharon unos pasos sobre una mole de un piso de piedra. Alguien venia hacia la puerta. La quejadumbre del otoño impactaba en sus almas asustadas. Y de repente una voz grave, masculina. Quien osa a tocar a estas horas. Silencio. Quien pisa la mala hierba de mi jardín a estas horas. Silencio. Quien en un día escupiendo heladas se atreve a tocar. Silencio. Se miraron unas otras, el temblor de sus cuerpos las llevaron a estar estáticas, encogidas, temerosas de quien fuera. Y de repente abrió la puerta, un hombre curvo  con edad avanzada, calvo y ojos de boliches grises se presentó malhumorado. ¡Niñas¡ ¡malditas niñas¡, se decía para sus adentros. No, no os voy a prestar ayuda. Yo solo soy un anciano solitario y habéis pasado lo prohibido ¡mi jardín¡ Pero es que estáis ciegas, este jardín bello cuando el sol asoma en el horizonte, este jardín perfecto manejado por las artes del tiempo, este jardín sangre de mi sangre ha sido violado ¡Violado¡ Por vosotras. Decidme…decidme que queréis a estas horas. El blanco atrapó a las chicas, el cansancio se iba difuminando mientras escuchaban aquel hombre. Un hombre de la ultratumba pensaron al mismo tiempo. Un hombre más allá de la realidad. Un hombre tosco, austero, usurero de sus propiedades ¡Oh, el otoño¡ largo recorrido de vuelta a casa ante aquella existencia infranqueable, dura. Inhibieron sus ansias de volver, algo las apartaba y atraía de ese ser. Ese ser que en la nada del boscaje había nacido ¿Desde cuándo…? , se preguntaban. Nunca habían escuchado algo acerca de esa casa, de ese hombre que por su aspecto era desierto como ser humano ¡Oh, el otoño¡ retorcidas, aguantando que no les quitasen la máscara del pánico alguna intentaba decir algo. Pero no….no , salía nada de sus bocas, de sus gargantas secas. Y plas…cerró la puerta. Atónitas en la intemperie esquivaron sus miradas. Todas observaban a su derredor…ese jardín enmarañado, desordenado y a la vez exuberante....CONTINUARÁ



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