Y las olas rajadas daban aliento a los sentidos.
Y la bóveda celeste
impecable daba cobijo a la desnudez.
Y el baile de los despiertos daba alimento a los muertos.
Y el adiós del alba daba juegos de cometas de arco iris
Donde el andar sobre ellas nos llevaba lejos….muy lejos.
Y elevadas al son de las aves consumimos nuestras
estaciones.
Y el resonar de una sonrisa hormigueaba en los vientres
Desheredados de la calma de las armas.
Y el estar aquí
Y el estar ahora
Es mañana
de lutos oxidados
De sueños presos en
la madrugada.
Y la mirada se torna aguacero de paz.
Y las manos esbozan conjuntamente idas batallas de
pañuelos
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