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La tarde toma postura, una postura
temblorosa. Sí, lo he sentido. Todo se ha estremecido. No olvido que esta isla
la engendro erupciones submarinas en el amplio camino de los siglos. Y hoy, en
esta tarde noto su cimbrar. No es mucho pero dice que aun los volcanes están
despiertos, como en un duermevela que
llega a la realidad y tiene que abrirse con su magma, con sus humaredas, con
sus cenizas, con sus fumarolas a lo largo de no sé dónde. No me preocupa, es
una costumbre de años, de un tiempo que cualquiera sabe cuando gritará. No hay
miedo, solo un respeto ¡Respeto¡ esa es la palabra. Ahora que la pronuncio me
llega mi hijo, distante. Ello me ocasiona un quejido en la inmensidad de mi espíritu,
de mis ánimos. No sé, si dejarlo en paz y no buscar donde no me han llamado. Y
si lo sabe, ¿qué sentirá? Odio, resentimiento…tal vez hacia mí o la nada. De todos
modos tengo que estar segura, en vertical ante las piedras que me puedan echar.
Hay que soportar todas las noticias, sean buenas, sean malas, todo corretea
hasta el final del llanto. Un llanto, ya sea de felicidad y desencanto. Todo
pasa. Aprender de los errores, de la fatalidad del pasado. Me presento y que
digo, yo soy tu madre. Sí, yo, una cualquiera en el ayer. Una prostituta en la
ignorancia de quien es tu padre. No me había
hecho esta cuestión. Y seguro me preguntarás por tu padre. Y yo te diré,
la nada, la duda, la vida perdida en aquellos años. Todo se me complica y otro
temblor sacude este edificio, sus calles. Se oye el jaleo de la ciudad
provocativo, ansiosos de algún suceso para disparar sus bocas y con ellas su
lenguas, sus gargantas, sus alarmas inexistentes. Sí, hijo, fui puta y he
estado en la cárcel. Esta desorientación me está llevando demasiado lejos, muy
lejos. Estoy desvariando en mis pensamientos sin saber lo que pasará ¡Basta¡
¡Basta¡ no lo nombraré más hasta que descubra, hasta que sepa algo de él…si
puedo saberlo. Las sirenas suenan, el pánico corre como el viento, viene y va. A mí, me es igual y me recuesto en la cama. Se
ve limpia y huele a limpio ¡Estoy limpia¡ Soy otra. Sí, otra. Ahora puedo
expresarme, ahora puedo volar, ahora puedo observar mis manos. Mis manos,
unidas las dos forman una figura bella, casi una fuente de viveza y ellas
desprenden un arco iris por donde camino, por donde el sueño me viene con toda
su entereza. …Y tiembla, tiembla la tierra cada vez con más continuidad, con
más potencia y yo me duermo en su mecer…CONTINUARÁ
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