lunes, abril 22, 2019

LA SOMBRA, 8(NARRATIVA)


8
Mis piernas pasan mi nueva vida, entre rejas, entre gente que a veces me mortificarán, que a veces me alegrarán. Todo puede ser. No sé si he hecho bien, le he dejado una carta a  la enfermera ¿por qué a ella?, me interrogo y las dudas me asaltan. Porque ella me lo dijo, me dijo que estaba vivo. Una corta carta para que se la a quien sea, a quien lo rescate de la suciedad, de la miseria. Estoy satisfecha, porqué no. Aunque no veré la luz de la ciudad durante años me recuperaré. Seré normal como dictan las reglas de la existencia. Ausente de las drogas y tal vez esta rehabilitación me ayude a levantar mi destino. Un trabajo, una techo erecto donde guarecerme…Me hubiera gustado verlo, no puede ser en estas condiciones por muy inocente que él sea, por muy pequeño. Me lo han prohibido, me lo han quitado como quien arrebata el bien a una persona no digna. Tendré que aguantar mucho, mucho…Asaltar mi conciencia y erigirme donde los vientos suenen bien. No, no estoy asustada. Sé que de este lugar seré transformación, huida de todo mal. Creceré y creceré, sola, acompañada. No sé cómo pero alargare mis virtudes, mis cualidades para una mejor calidad de vida. Entro y las presas me miran, no quiero que sepan de mi pasado, a nadie le interesa. Ahora soy yo, más vital, más crecida. Me quitan las esposas, me revisan, me examinan pero no me preguntan nada. Ya saben todo ¿Le llegará la carta a lo largo de los años? Sí, cuando su madurez sea vertical. Confío en esa enfermera de mirada ahuyentada ante mi desesperación. La lluvia se ha ido y un sol en su plenitud enseña su lengua broncínea, su lengua cálida en mis sentidos. Es curioso, cuando voy a mi celda, veo un huerto, hay mujeres trabajando en la tierra. Pero yo no. Pero yo sí. Haré todo lo posible, incluso estudiaré en la medida de lo posible para cuando vea las luces de la libertad conducir mis pasos por una vereda reconfortante. No será fácil, pero la crueldad, pero lo duro, pero los errores ya han pasado. Seré veraz, seré horizonte de esperanza, seré yo. Ese yo cautivo, desconocido en mi reconditez. Sacare lo mejor de mi sin que alguien me manipule. Me caigo. El vértigo repentino de las alambradas me causa cansancio. Pero podré superarlo, todo es acostumbrarse mientras edificamos un nuevo arco iris, una nueva etapa en las curvas que tiene la vida. Ahora que no soy de nadie, tendré que respirar, tendré que abrazar al rumor de la brisa que impregna mi rostro. Solo yo, sola comienza la curación, las raíces nuevas que crecerán a mi sombra....CONTINUARÁ


No hay comentarios: