4
Me dicen que el niño ha muerto ¡No¡
Yo lo oí llorar y llorar. Me dicen que la imprudencias de la vida se pagan ¡Si¡
Pero mi vida vertiginosa no tiene nada que ver con él ¡No¡ Yo lo oí llorar y
llorar. Me siento hastiada, me siento herida, me siento rabiosa, me siento
descender en un abismo donde mi vientre se encoge, se engarrota, se asoma a un
precipicio de tumba. Me dicen que el niño ha muerto, me lo reiteran una y otra
vez. Y yo le digo ¡No¡ Yo lo oí llorar y llorar ¡Mi vida¡ ¡Mi vida, ay¡
involucrada en las miserables manos de la droga, en las manos tétricas,
demoniacas de la prostitución ¡No¡ no me quieren decir la verdad, me dicen que
el niño ha muerto. Yo no tengo la culpa ¡No¡ no soy culpable ¡Sí¡ si soy
culpable. La duda se encara a mí y un muro de ortigas me balancea al vacío. Vacío
vientre, vacía existencia. Yo lo oí llorar y llorar. No, no me escuchan. Solo dicen
sin mirarme a los ojos que ha muerto. Mis ojos, vagos, febriles, petrificados,
cansados. Y no me mira, yo quiero que me mire ¡Míreme mujer¡ La mentira absorbe
la verdad, la mentira hace una tapia de enredaderas punzantes donde no tiene
cabida los ojos frente a otros ojos. Yo lo deje en una puerta ¡Sí¡ un hospital.
A lo mejor es este, pero mujer ¡míreme¡ No me niegue la verdad. Y estaba vivo,
yo lo oí llorar y llorar. No se marche, al menos desáteme las manos. No voy a
escapar ¿para qué? No hay salida en mi vida. No tengo nada, ni a nadie. ¡No¡ no
se vaya. Solo quiero escucharla ¿qué va a ser de él? No me entiende, yo soy la
madre. Sí, la madre aunque ahora no lo pueda ver, aunque no lo pueda acariciar,
aunque no me quiera decir nada ¡No comprende¡ ¡No¡ no me diga más que está
muerto ¡Vírese¡ ¡Deténgase¡ ¡Dígame, por muy puta que sea tengo derecho a
saber¡ ¡No’¡, no me entiende, usted es la única que me puede ayudar antes…Ya
sabe, antes que ingrese a prisión. Solo quiero saber si está bien, solo eso. Está
muerto, son las únicas palabras que revela. Yo no le voy hacer daño,
compréndame. Solo soy una desgraciada de la vida. No tome prejuicios falsos de
porqué soy lo que soy. Póngase en mi lugar , un hijo, el abandono, la dejadez,
la droga y todo lo que se mueve a su alrededor cuando solo hay hambre, ¡mucha
hambre¡ ¡No¡ no soy culpable ¡Sí¡ si soy culpable. No puedo más, deme un vaso
de agua, la fatiga me arrebata el aliento. María pálida.
María vencida. María rajada pero a la vez inconclusa. La enfermera le trae un
vaso de agua pero no la mira. No quiere mirar el dolor, no quiere mirar la
miseria humana, no quiere mirar la pena reventando a María…CONTINUARÁ
No hay comentarios:
Publicar un comentario