ESCENA 1
Un ambiente
hostil. Un niño de corta edad a ras del viento gélido. Un barracón. Un golpe
Niño:
Ya es hora
de levantar. No sé porqué me encuentro cansado pero me tengo que levantar. Ir a
trabajar. Tengo hambre, mucha hambre. La
bocina suena y me produce rigidez en mis movimientos pero me tengo que
levantar. Tendré que hacer mucho hoy y lo haré, para comer. Anoche soñé. No sé
muy bien Creo que eran mis hermanos. Sí, creo que yo tenía otro hermano. De mis
padres no me acuerdo ¿tuve padres? Mi sueño alejado del hoy me unía a un juego.
Sí, si…ahora recuerdo y ello me hacía feliz. Ya es hora de levantar y el
cansancio no me deja pensar. Recurro a mi sueño y ello me hace feliz. Así, un
sueño feliz. El capataz viene, la bocina no deja soñar y yo merodeando en el
sueño que me hace feliz. Ya de pie voy donde sus gritos llaman. Hoy hay que
trabajar mucho. Piedra tras piedra cogeré
para que los mayores, los más grandes que yo sigan su trabajo.
Capataz:
¡Venga ya
es hora de levantar¡ Manada de gandules.
Las horas se van y antes que la noche nos toque con su descanso hay que
trabajar. Sí, si…después queréis dinero. Sí, si…después queréis comer ¡ No¡
Primero atender al trabajo, tenemos que terminarlo. Venga, a levantarse. Hoy no estoy de humor. Por culpa de ustedes el jefe me ha echado una
bronca ¡Culpables¡ Sois culpables. ¡Estos enanos¡ Queréis ser mayores pero no,
nunca creceréis. Seréis nada más que miseria. Hay mucho que trabajar para madurar y que os podáis ganar la vida.
¡A levantar¡ y no lo repito más. Estoy agotado de que tenga yo que venir a
buscarlos para que vayáis al campo de trabajo. ¡No¡ no habrá desayuno en el día
de hoy , ya es muy tarde. Y a ti que te
pasa. Porqué me miras con esa cara sonriente. Ahhhh….te estás riendo de mi (zas)
Así aprenderás.
Niño:
No señor.
No estoy riéndome de usted. Es…es que.
Capataz:
¡Qué carajo
intentas decirme¡ Es que…Ya sabes lo que es que. (zas) Quiero que ahora mismo
te levantes y vayas deprisa a tu puesto de trabajo. No, no agaches la cabeza.
Solo eres un vago y no llegarás a nada, a nada…(zas)
Niño:
No señor.
No me pegue más. Ya voy. Ya voy.
Capataz:
Rápido,
rápido.
( Y se
levanta. Y va a su labor con sus piernas doloridas después de los azotes. Tiene
que recorrer muchos kilómetros a pie hasta el lugar)
Camina más
deprisa ¡Más deprisa¡ Y esto va para todos, hay que ser puntual lo exige el
jefe.
( El
capataz los mira. Como se van del barracón. Una nota de desprecio invade sus
venas. Enfurecido, sigue gritando con fusta en mano)
Joder, que
hecho yo para mandar esta manada de gandules, de imbéciles. Será la edad, no
saben de lo correcto o no correcto. Ya aprenderán, ¡qué si aprenderán¡
Niño:
Me duelen
las piernas y hace frío, mucho frío. Andaré más rápido para ser puntual, para
llegar al campo de trabajo. Entiendo a mi capataz, somos unos
ineptos. Me siento avergonzado, muy
avergonzado de que me encontrará aun durmiendo. Qué no estaba durmiendo, estaba
no sé, soñando despierto. Me queda mucho por aprender. Demasiado. Mis
compañeros me han adelantado y es que me duelen las piernas. No puedo ir más
deprisa pero tengo que hacerlo. Tengo que llegar a la hora del comienzo.
Compañeros:
Te estás
quedando atrás. Ya has escuchado al capataz. Hay que ser puntual. No podemos
esperarte si no nos pasará como a ti.
( el niño
escucha sus amigos y le da una patada a una piedra del camino)
Niño:
¡Ay¡ Qué
dolorido estoy. Esperarme, no puedo ir más rápido. Chicos ¡esperarme¡ No me
dejéis solo.
(Todos sus
compañeros avanza, el se queda atrás. Cada vez más atrás, hasta que sus figuras
son difuminadas por la distancia)
CONTINUARÁ
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