CARTA 11
Oh madre. Te escribo desde aquí, desde un camión donde
nos han subido. Yo bien agarrada de la mano de este niño que protejo. Sí,
madre, la alambrada se ha abierto. No sé por qué dictamen, porqué señal nos han
dejado pasar. Militares y un extenso panorama de voluntarios venidos de no sé
donde, de muchos lugares que no conozco nos acompañan. Aquí, apretujados con el
viento del noroeste vienen. Nos llevan
bajo un techo seguro, sólido…eso dicen. Aquí madre en el camión con los sueños,
con los deseos, con las ilusiones pellizcando mis mejillas he sonreído de
verdad por primera vez. No sé lo que me espera, no sé cómo estás. Seguro que
bien, mortificada, con la consternación dando vueltas y vueltas en torno a tu
mente y a tus fuerzas. Oh madre, me siento descansar en estos momentos aunque
no sé lo que será de nosotros. No te separes de mi le digo al niño en este
barullo de gente, aprieta bien fuerte que pronto llegaremos. Sí, madre, se ha
abierto la frontera. Esa frontera a la vez inexistente para nosotros y real para ellos. Ahora te
dejo, ya volveré con mis letras. Estas letras volando a no sé dónde. Todo es
confuso y a la vez esperanzador. Oh madre si vieras como muchos han decidido a
seguir con sus propias piernas corriendo a la par de estos camiones. Es la
alegría de este instante, la alegría de tanto y tanto sufrimiento. Te abrazo…sí
un abrazo gigantesco donde el amor y la ternura te acogen en mis pensamientos
No hay comentarios:
Publicar un comentario