2
Los
siete riscos con formas dispares , con rocas amorfas y filamentosas que prohibía
todo pasa para cualquiera de la aldea. Una aldea grande, conformada por una
iglesia donde epicentro de sus movimientos. Una arquitectura amplia, convencida
de que así llegaría a su Dios ¡Qué Dios¡, me pregunto. Un Dios erguido en la
conciencia de sus fieles a ras de la muerte de la libertad, de la paz. Todos
asentados en ella como si fuera tempestad que no hay que despertar sino
elogiarla, levantarla, pulirla de rezos y rezos a cada momento cuando las
campanas replican. Todo lo demás era tierra, tierra fértil donde se quiera que
se mirará y más allá envuelta por un mar precipitado en cierto punto de un
mundo donde se creían únicos, exclusivos de su adorado Dios. Una isla, sí es
solo una isla en medio en el más extenso de los océanos y solo una orden
inducida a las más severas penas cuando alguna alma propagaba su lucidez. Todos
ojos cerrados. Todas riendas de una fe ciega. Todos ignorantes de las verdades
de aquellas siete mujeres de los siete riscos. Ahí la nada soportaba con todo
su esplendor el espectáculo más allá de las mareas. Ellas podían ver, cada una
en su risco, otras maneras de vida, otras formas de absorber la frenética brisa
fuerte del otoño, del invierno, de un día cualquiera. De los siete riscos caía
en su larga cabellera hasta llegar a la aldea todas las formas de naturaleza de
aquella ínsula. Tabaibas, cardones y un etc
de elementos nacidos de la madre naturaleza. Llegar a los sietes riscos
era prácticamente imposible, solo las siete mujeres, solo los aborígenes
antecesores de la mentira danzaban con
sus saltos en ellos ayudados por un palo, un palo grande. Nadie lo sabía pero,
allí, en los siete riscos ya había sido habitado. No por estas siete mujeres
sino por las vidas ahora esclavas de sus antecesores. Vidas calladas en el
tortuoso trabajo diario. Vidas amputadas ante el poder aberrante de unas
creencias que empoderaba el rechazo. Vidas tratadas como absurdas, bajas,
menospreciados por aquellos considerados avanzados...CONTINUARÁ
No hay comentarios:
Publicar un comentario