Y el pajarillo se zambullía
eufórico hasta su presa. Y el pajarillo azul, verde se sumergía en las
profundidades de su existencia. Y el pajarillo, cuando la jornada se elevaba
iba a su encuentro. Al encuentro de un gran pez. Sí, grande. Tanto…que era
grato el atrevimiento de planear por esas lagunas. Y el pajarillo inquieto, con
el cosquilleo del hambre iba hasta allí. Lo vigilaba de las alturas hasta el
instante oportuno. El pajarillo azul, verde quería su pez grande. Y el
pajarillo lo llevo a la orilla de aquel lugar solitario y comenzó a picotearlo.
Dubitativo se detuvo, correteo y se lanzó al aire que aguantaba su escaso peso.
Y el pajarillo se fue alegre, vivaracho para
posarse en una rama. Sí, grande. Tanto…que un desfile de hormigas pasaba
ante él. Y el pajarillo azul, verde descanso en el embeleso de las sombras de
aquel árbol. Y el pajarillo, libre, alzó su vuelo. Se fue lejos, muy lejos,
donde todo cambia al ritmo del tic-tac interno. Y el pajarillo mientras
avanzaba sintió que su vientre se movía. Y el pajarillo supo lo que pasaba y
construyó un nido. Y el pajarillo azul, verde puso sus huevos y en el
transcurso de los días brotaron pajarillos- pez. Y el pajarillo sorprendido se
preguntaba que harían ¿ podrían volar? Y el pajarillo no sabe cómo pero les
enseño en el sueño de una bóveda celeste.
Y el pajarillo como sabía que pertenecían a dos vidas en paralelo y
vertical los enseñó a bucear. Y el pajarillo cuando se despidieron con el arte
de la supervivencia y la existencia se fue. Se fue lejos, muy lejos….
No hay comentarios:
Publicar un comentario