Rejas.
Alambradas
El adiós de la existencia.
¿Somos humanos?
Retorcidos gritos en la negritud,
En la herida abierta de los años.
¡Míranos¡
No hay distancia
Solo, la acidez , la
desconfiada mano
De navajazos ante ojos inocentes.
¡Solos¡
Están solos mientras son llanto,
Mientras son criaturas caídos al vacío
De una frontera intangible
En la memoria remota.
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