Presente, crecida de ojos postrados bajo lunas inocuas.
Bullicio de chapoteo de ideas que se expanden, que se contrae a medida que la
madrugada avanza. Y te pienso en la ausencia de tus alas plateadas, condensadas
a la caricia infértil de las calles en que te busco y no te encuentro. Solo la casualidad nutre las almas ocultas
tras el lenguaje del silencio. Presente, embelesada en el devenir de las
jornadas, en el amor agarrado en astas de fuego perdurables en el aliento
fresco, en el aliento certero, en el aliento abrazado a tus pisadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario