lunes, mayo 21, 2018

LA MUJER DE ARENA (NARRATIVA, CONTINUACIÓN) 14


14
Las mareas te lleven donde el retozar de manos gastadas emerjan en la lucidez de una nueva tierra.  Olvido en rebozar de las inclemencias de tormentas sobre tu cuerpo. La dejadez te abandonarán y no oscilarán ojos mediocres, sucios, grotescos en tus pisadas.  Las huellas se detienen y la embriaguez de otra tonada te hará crecer, creer en una vida mejor, en una liberación enaltecida de los castigos a navajazos del hombre ¡Culpable¡ ¡Culpable¡ Ellos son los culpables . Buscan donde nadie los distinguen y penetran en tu belleza con la bestialidad de sus martillos ¡Avanza¡ ¡Avanza¡ entre la tinieblas hallará cierta claridad, cierta escalada a la cumbre más alta dónde todo lo de atrás será rajado, desmemoriado.  Y después volverás…volverás con las ganas de seguir de otra manera en distintas aceras. Todo cambia. Todo se mueve en el sentido a favor de tu respiración. Inspirar y espirar, espirar e inspirar. Surcos  en el aire con tus alas doradas en el corazón. La mujer de arena la deja ahí donde rompe las olas y se fue suspirando. La inestabilidad, el desequilibrio hostigan, atosigan a esta simple y la vez complicado mundo ¿Por qué? Por qué se pregunta ella. No hay necesidad de ser mejores, peores solo pasar por esta vida con la condición de saber que algún día seremos alimento de gusanos, que seremos polvo …solo polvo.  Puedo que nuestro espíritu quede atrapado  en esta atmósfera y nuestro resonar sea fuente de nuevas vivencias y quizás recordemos, tomemos la precaución intuitivamente de lo malo, de lo nefasto.  Y viento retorno a su espacio en el infinito, la ciudad se despejó y los astros hablaron con la mujer de arena. Y la mujer contestó en su silencio, quisiera descansar. Si, lejos de esta rutina que me invade con una pena  innegable. Si, allí en el desierto donde esta mi hogar en la frondosidad  de sus piedras, de su arena. Aguardará en lo que dura la jornada en los brazos del sol, escondida, cobijada de cualquiera esencia en el camino.  Mis pensamientos girarán y girarán en torno a inflados mutismos y después resurgiré, erupcionaré como alma de vientos polvorientos donde  cuando la  luna en toda su maravilla me llevo a esos rincones donde el malestar, el desagravio, la templanza derruida y las lágrimas es pala que escava tumbas para ser enterrados vivos.

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