Marea alta , suculento vals de oleaje en las entrañas del
viento…del viento. Tú, abrigada con la
silueta de la desnudez de los sentidos. Yo, embarcada en un sueño reiterante en
el suceso de las jornadas. Gaviotas en
vuelo, pasaje de plumas grises y blancas alentando su vuelo…su vuelo. Tú,
embriagada con la fragancia de las mareas, algas y caracolas juegan con tus
pies vestidos de arena húmeda. Yo, profundizando en el vaivén de que si, de que
si no caminar por puentes lejanos, por puentes indecisos de armonía ¡La mar¡
¡la mar¡ oh cuerpo extraño que se acerca con el ralentizar de las horas. No me
detengo y avanzo. Nos cruzamos, desviamos los ojos envueltos en tul azul y el
navegar se hace pausado. El viento se pacifica y las mareas callan y la barca
que nos mece nos entrega en lo hondo del océano. Bebemos de él y con el retorno
a la orilla nos distanciamos ¡Adiós¡ ¡La mar¡ ¡La mar¡ Nuestra sed es ahora
invisible mano acariciante en el resonar de un piano no lejos…no lejos. Yo
aquí. Tú ahí. Círculos de plumas enhebrando el mañana.
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