Veloz, con la celeridad de un invierno perdurable al olvido
te busco. Mis manos se posan sobre puentes dantescos de mirada al vacío, a tu
vacío y la nada me envuelve en vuelos perdidos, en vuelos desconcertantes a
través de espejos paralelos que te reflejan. Cuál será el verdadero, el sincero
cuyos ojos aticen a los míos con caricias frágiles, muy frágiles
¡Derrumbamiento¡ ¡Despertar¡ Sí, despierto en la media noche distante del sueño
y te hallo , tierna, lánguida , consumiendo el aliento de un ayer. Febril voy
veloz, a tu alcance y ruedo y ruedo por las habitaciones vacías perennes de tu
olor. Ahí está, el aroma de tu sonrisa, vergel distante a mis manos de mirada
al vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario