domingo, agosto 20, 2017

Creo....

Creo que la claridad borra las centinelas del nocturno. Ya despierto en los interrogantes abrazados al destino. Todo es incierto, cometas en el aire ondeando pacíficas palabras llevadas a los corazones de esta esfera. Somos muchos, es verdad, la realidad es que somos veraces con los vientos nuevos de una fuerte emoción agarrada a la esperanza. Espérame, digo…sí, espérame con el latido de las estaciones donde el brío de jardines flotantes con todo su verdor nos emanciparan de los malignos…pocos, pero sobrellevados en una crisis mortífera para aquellos que miramos la vida, la tierna aventura de seguir los caminos blancos. Ahora, aquí sentada, medito y riego sobre mis manos las manos de otros. Me pongo en su lugar. Un grito de dolor sucede continuamente en las entrañas de este planeta. No…no hemos madurado, seguimos en la ruta martilleante del vacío,  del odio. Caravanas en la huída del todo mal, caravanas de indefensas alas atrapadas en agujeros cenizos. Respiro y me tomo un café a medida que un cigarro recorre mis secos labios. El humo, en espiral cuenta las batallas perdidas por la humanidad. Pero no, sigamos en la captura de la paz, de un nuevo sol luz de nuestras pisadas. 

No hay comentarios: