Así…lento, levantemos los cuerpos esbozados en astros
eternos y dancemos en las pacíficas playas de estas remotas tierras. Andemos…así,
junto a las hogueras perennes del verdor de los espíritus y seamos ola
grandiosa rompiendo en el callar. Sí, callemos, aunemos nuestro orden en el
caos de rotas barcas a la deriva de los deseos. Así…lento, observemos en
movimiento sutil de las alas primerizas
de la oportunidad, de la fecundidad anidada en los corazones emergiendo en la
libertad. Así…libres, pacíficos, visita de nuestros ojos a un mundo de donde
manan soñadoras, soñadores de la verticalidad del ánimo. Venga, despertemos en
la caravana callada de la belleza cantando blancas tonadas a los que se han
ido. Así…lento, un cielo azul nos empuja, nos abraza y la entereza erupciona en
una risa maravillosa…que bueno es sonreír, ese niño, esa niña huidos de las
tumbas del mal. Así…lento, manos acariciadas por un insomne equilibrio en las
raíces tragadas en las profundidades. Andemos…así, que no se haga tarde…
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