Sueños.
Apego de astros inciertos
En el balanceo de tu rostro.
Nunca más.
La nada de altas arboledas
Sombra del silencio habitado
En la despedida.
Espera.
Penas pegadas a las llagas
De manos castigadas
En el aliento de pozos negros.
Ya estamos.
Lejanías.
Sollozos.
Sueños.
Vastas veredas crudas
Donde jadean los montes
Muertos, desquitados
Manos.
Arrebatados rompimientos
En el masivo alcance de un sol
Escondido bajo brumas desheredadas
De las raíces.
Nunca más.
Torpeza existencial
Acumulo de un crecimiento
Letal, de muerte
Para la naturaleza bella.
Ya estamos.
Dejadez.
La
nada.
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