martes, diciembre 27, 2016

Te sigo...

Te sigo. Sí, tempestades al compás de mis huellas alejadas de la armonía de los ensueños. Presente. Estás presente en el sentido de los cuerpos bellos adormilados al son del invierno. Hoy he venido…aprisa, aprisa…para ver el surcar de tu mirado en el ritmo ciego de la calma. No sé lo que dirás pero ante ti estoy en vertical, ascendente, tangente al soplo de tu aroma. No, no me ves y quizás ni sepas quien soy. Soy el hueco del silencio, de un túnel oscuro cuyo término se afinca bajo estrellas fugaces. Ha oscurecido, la temperatura ha trepado hacía abajo y el resonar de un piano me anuncia la pena. Pena harapienta, pena moribunda en el tintineo de tus manos obrantes de la vida. Te sigo, aquí, ya, sonido capturado que oscila en las entrañas temblorosas  del tiempo.


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