viernes, mayo 27, 2016

Silencio

La caída de la tarde. Astros que ambientan la escena. Ella frente a un espejo. El espejo frente a ella. La casa está vacía. Ni siquiera hay muebles, solo una silla donde ella se sienta frente al espejo. El espejo frente a ella.
Silencio.
Soledades.
Insolidarios rincones
Donde una se cobija.
Mi cabeza parece estallar
Frente al oleaje deforme
De mi esencia.
Que hacer,
Que hacer….
Espejo:
Hola amiga mía. Estás otra vez por aquí. Ahí sentada en una silla. Tus ojeras te delatan. El sufrimiento, la marca grotesca que ha dejado la sociedad sobre tus sienes. Pareces estallar, hacerte añicos y me miras, me miras con llanto tenebroso. Tanto…que me rajo, ten cuidado que te cortes.
Ella:
Sí, aquí. Mirando mi fisionomía, este cuerpo mío desastrado. No aguanto más. Estoy cansada de vomitar, de correr y correr hasta arrojar mis entrañas y de muchas cosas más. Por qué seré tan grotesca, tan gorda. Te miro y observo la decadencia de mi ser. Yo que soñaba con no se qué. No, no…sueños no. Ya no hay, solo deseo vomitar y vomitar todo lo que hay dentro de mí. No puedo comer las ideas perversas me asaltan y otra vez lo mismo. Dime, espejo, espejo…por que seré tan aberrante.
Espejo
Que hablas mujer. Te has quedado sin dientes, sin cabello, sin carne que rozar¿Es que no te vez? Estás anoréxica. No lo quieres acertar. Todo depende de ti. Veo un mal destino en tu desequilibrio mental. Estás delgada, muy delgada pero aun no lo vez. Ya no puedes ni sostenerte en pie ¡No me cortes y deja esa botella en el suelo. No bebas más. El alcohol no es la solución. Tienes que pedir ayuda, por favor. Hazlo por mí, no la muerte ante mi presencia.
Ella:
Dices que estoy delgada, enferma. Yo no lo veo. Parece que voy a estallar. Necesito emborracharme y después descargar a lo largo del asfalto con mis zancadas. No hay fuerzas, me siento débil, me siento caer en los laberintos infrahumanos. Tu espejo, mírame. Dime que estoy bien. Sí, que soy ala de la vida. No, no…(aprieta las manos contra sus sienes) soy mierda, soy polvo que se evade de este mundo. Para qué seguir. Sufro…sí, sufro y no dejaré de sufrir. Y pedir auxilio, no. Nunca, yo no veo que este mal. Solo que quiero dejar mi cuerpo libre de estas grasas, de esa comida que tanto apesta. Por Dios…Por Dios…Déjame de mirarme. Que…que es lo que hay ante mí. No, no me conozco.
Espejo
Tu impulso te llevará a la muerte. Pronto, muy pronto cuando la luna oculte a las estrellas. Pide ayuda. Sale de estas paredes y vete a beber de la vida. Sí, de la vida. Me das lástima. Yo aquí sin poder hacer nada. Tu ahí desnutrida, deshidratada, etc….No, delante de mi no fallezcas. No quiero ser reflejo de tumbas. Ya se hay mucho dolor tras tu espaldas ¡Te he dicho que dejes la bebida¡, ya. No más borracheras para suplir la angustia. Te estás cavando una rincón sin salida. Recuerdo lo bella que eras…(interrumpe ella)
Ella
Es que acaso no lo soy ahora. Lo vez…lo vez. Solo soy una bestia deforme.
Espejo:
No digo que ahora no lo seas. Pero te estás autodestruyendo lento…muy lentamente ¡Quítate de mi vista¡ ya. Vete…vete no quiero que te mueras ante mí.
Ella:
No puedo. Mis piernas flaquean. Me siento fatigada, muy fatigada…
Adiós,
Paraísos perdidos
En las alas del agotamiento.
Cuerpo inhóspito
De la hermosa caricia
Del sol.
Adiós,
Te has ido
En el mecer de los años,
Gastados de tanto y tanto penar
Por pasillos de hambre.
Se cae de la silla. Se quiebra el espejo.




No hay comentarios: