La caída de la tarde. Astros que ambientan la escena. Ella
frente a un espejo. El espejo frente a ella. La casa está vacía. Ni siquiera
hay muebles, solo una silla donde ella se sienta frente al espejo. El espejo
frente a ella.
Silencio.
Soledades.
Insolidarios rincones
Donde una se cobija.
Mi cabeza parece estallar
Frente al oleaje deforme
De mi esencia.
Que hacer,
Que hacer….
Espejo:
Hola amiga mía. Estás otra vez por aquí. Ahí sentada en una
silla. Tus ojeras te delatan. El sufrimiento, la marca grotesca que ha dejado
la sociedad sobre tus sienes. Pareces estallar, hacerte añicos y me miras, me
miras con llanto tenebroso. Tanto…que me rajo, ten cuidado que te cortes.
Ella:
Sí, aquí. Mirando mi fisionomía, este cuerpo mío desastrado.
No aguanto más. Estoy cansada de vomitar, de correr y correr hasta arrojar mis
entrañas y de muchas cosas más. Por qué seré tan grotesca, tan gorda. Te miro y
observo la decadencia de mi ser. Yo que soñaba con no se qué. No, no…sueños no.
Ya no hay, solo deseo vomitar y vomitar todo lo que hay dentro de mí. No puedo
comer las ideas perversas me asaltan y otra vez lo mismo. Dime, espejo, espejo…por
que seré tan aberrante.
Espejo
Que hablas mujer. Te has quedado sin dientes, sin cabello,
sin carne que rozar¿Es que no te vez? Estás anoréxica. No lo quieres acertar.
Todo depende de ti. Veo un mal destino en tu desequilibrio mental. Estás
delgada, muy delgada pero aun no lo vez. Ya no puedes ni sostenerte en pie ¡No
me cortes y deja esa botella en el suelo. No bebas más. El alcohol no es la solución.
Tienes que pedir ayuda, por favor. Hazlo por mí, no la muerte ante mi
presencia.
Ella:
Dices que estoy delgada, enferma. Yo no lo veo. Parece que
voy a estallar. Necesito emborracharme y después descargar a lo largo del
asfalto con mis zancadas. No hay fuerzas, me siento débil, me siento caer en
los laberintos infrahumanos. Tu espejo, mírame. Dime que estoy bien. Sí, que
soy ala de la vida. No, no…(aprieta las manos contra sus sienes) soy mierda,
soy polvo que se evade de este mundo. Para qué seguir. Sufro…sí, sufro y no
dejaré de sufrir. Y pedir auxilio, no. Nunca, yo no veo que este mal. Solo que
quiero dejar mi cuerpo libre de estas grasas, de esa comida que tanto apesta.
Por Dios…Por Dios…Déjame de mirarme. Que…que es lo que hay ante mí. No, no me
conozco.
Espejo
Tu impulso te llevará a la muerte. Pronto, muy pronto cuando
la luna oculte a las estrellas. Pide ayuda. Sale de estas paredes y vete a
beber de la vida. Sí, de la vida. Me das lástima. Yo aquí sin poder hacer nada.
Tu ahí desnutrida, deshidratada, etc….No, delante de mi no fallezcas. No quiero
ser reflejo de tumbas. Ya se hay mucho dolor tras tu espaldas ¡Te he dicho que
dejes la bebida¡, ya. No más borracheras para suplir la angustia. Te estás
cavando una rincón sin salida. Recuerdo lo bella que eras…(interrumpe ella)
Ella
Es que acaso no lo soy ahora. Lo vez…lo vez. Solo soy una
bestia deforme.
Espejo:
No digo que ahora no lo seas. Pero te estás autodestruyendo
lento…muy lentamente ¡Quítate de mi vista¡ ya. Vete…vete no quiero que te
mueras ante mí.
Ella:
No puedo. Mis piernas flaquean. Me siento fatigada, muy
fatigada…
Adiós,
Paraísos perdidos
En las alas del agotamiento.
Cuerpo inhóspito
De la hermosa caricia
Del sol.
Adiós,
Te has ido
En el mecer de los años,
Gastados de tanto y tanto penar
Por pasillos de hambre.
Se cae de la silla. Se quiebra el espejo.
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