Y
casas. Sí, casas y más casas viejas donde el surcar de los años no las hacen
caer en la precariedad. Espacios vacíos donde el ser humano se inunda de
silencio y soledad. Verdes campos, yermas tierras donde todo surge al compás
cierto de la vida. Acuarelas el por qué de esta ramificación de mi ser. Será
una necesidad de estudio, de completar aquello que me gusta y amo. Calles abandonadas al son de una brisa
tenue que despacito son mareas donde un Roque roto se emancipa de la
realidad.
Silencio,
Callejones
envueltos
En un
firmamento azul
Bajo la
sombra de un pincel
Que camina y
camina
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