Nebulosas rondando el abismo.
La negritud de tus ojos
Amplias, bellas
Bajo un viejo árbol
Que expande ternura.
Aquí estamos.
Esto somos.
Aliento de astros mudos,
Absortos en la rutina.
Mírame, te digo
Tropieza tus manos
Con el álgido ajetreo de mis manos.
Sí, fuerte.
Agárreme fuerte
En el temblor de un pinzón
Bajo las inconclusas rocas
Que salivan la vida.
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