jueves, noviembre 05, 2015

Despacito...

Despacito, agua que sube y baja por las rocas deformada por la vejez. El oleaje bravo y furioso arriba sobre las penas y un ánima flota sobre el océano. Sus movimientos lentos simulan una danza donde bebe de la luna. Despacito, despacito…el rigor de los caracteres impregna este orbe cuya negritud avanza al vacío. Siembra de tala aberrante a las arboledas de la vida y pueblos condenados a la huída. Y ella danza. Si, si…sobre ese liquido violento a la espera de la lumbre de unas manos limpias que le den ánimo.  Llama a las aves, vuelo certero por este mundo oscuro donde el gemir de algún niño muerto desencadena la lucha contra fuerzas brumosas.  Y llegan Náufragos, refugiados en la desidia. El otoño aprieta y después ascenderán bajo las inclemencias irreductibles del abandono. Cuerpos caídos, tribus desviadas del ritmo del nocturno. Despacito, agua que sube y bajo por las rocas deformadas por la vejez. Un ánima se eleva, trepa por riscos exhalando un lamento. No la escuchamos pero desvencijada arremete contra las espirales de navajas a la libertad.



No hay comentarios: