La voz de las arboledas que bajo filigranas de nubes se
empeñan en ser coro de una laguna de olivino con motivo de puñales baldíos de
montañas. Una luz emerge en el sentido
de la serenidad de la tarde. Un octubre donde las aves pescan la resaca de los
sueños ¡Qué grande es la soledad¡ Fraccionando cada haz del esbelto silencio. Arrumbar por otros lugares donde la mirada se
pierde.
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