Sí, que extraño un cierto desacuerdo coloniza mis sentidos.
Me yerto sobre pedregales magmáticos con el deseo de quererte, si tú quieres…Todo
es relativo el amor, las ganas, la belleza de un mundo desconocido. Girar y girar en torno a las hogueras que
prenden el ánimo de seguirte más allá del cavilar jornada tras jornada. A veces
la espera se hace larga, túneles que he de atravesar con la pequeña vela del
deseo. Sí, es extraño el rondarte, el saber que me gustas tras los espejos
donde escondo mi esperanza. Temblor, auge de ramas secas que se mecen con la
continua brisa que viene y va. Una cierta tristeza me invade y alargo mis manos
hasta mis ojos cerrados pensándote, amándote. Y el dolor sin razón viene, viene
con sus guitarras rajadas, con sus nubes vacías por tenerte lejos, muy lejos. Me
envuelvo en la nada y visito cada mirada tuya. No sé, las cosas del querer. De
alguna manera habrá otro amanecer donde la memoria sea fuerza de traerte hasta
aquí. Sí, aquí donde mi corazón te espera.
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