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sábado, mayo 16, 2015
FLORES...
Inquieta.
Se podría decir que estaba intranquila cuando asomaba sus ojos grises al balcón
para olisquear sus plantas. Se le encendía un no se que de emoción cuando
comprobaba que eran bien bellas, bien perfectas. Sus ojeras tras noches de insomnio
se marchaban, abrían la puerta y en silencio se evadían hasta que la luna
regresara a regar sus sueños. Pero hoy….Hoy
sus flores amanecían maravillosas ¿Por qué?, se preguntaba ella. En días
anteriores estaban decaídas, como sin aliento para vivir. El astro rey se regocijaba, la miraba en su
felicidad. Si, hoy me tomaré un respiro,
les dijo a sus plantas, daré un paseo por cualquier parque y me olvidaré de
vosotras por unos instantes. Qué jornada
tan elocuente, tan enhebrada a la sustancia de la vida, tan dichosa. Fue al
parque más próximo. Su paso lento llenaba su cabeza de pajarillos pensantes que
la redujo a sentarse en un banco. Desde
ahí observaba todo ser que ambulaba ante ella. La anciana con sus perros en
busca de esos gatos callejeros para alimentarlos, los enamorados que de mano
danzaban el gozo del amor, el atleta que con su sudor dejaba atrás sus penas,
sus derrumbes. Se acordó de sus plantas
¡Qué bonitas estaban¡ Todavía en su cavilar la atiza una fuerza superior a
ella, el por qué. No entendía. Antes marchitas y ahora verticales como veleros
que avanzan contra las mareas. Se levantó. Retorno a su casa y casi corriendo
se fue hasta el balcón. Allí estaban, bien puestas, bien lindas. Por su mejilla corrió una lágrima. Lágrima
que a su corazón llegaba ¡ Ay mis pequeñas me dais vida¡ Llenáis mi soledad con
la exuberancia y riqueza de vuestro don.
Permanecer así. Así, tan bellas hasta que la muerte sea fosa profunda
que me evoque. Mientras os cuidaré. Se
dio cuenta que las flores la miraban y que una a una los pétalos se iban
cayendo sobre sus rostro. Una fuerte emoción se apoderó de ella. Aquellos
pétalos mezclados con sus lágrimas se transformaban en nubes de corazones de
colores que ascendían hasta el firmamento. Supo que era su hora, la despedida.
Ella y sus plantas. Sus plantas y ella
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