martes, febrero 24, 2015

Temprano...

Temprano.  Todavía los astros rondan en el firmamento. El frío escala hasta sus entrañas como acero plomizo que la hace dormitar. Pero se despereza. Se levanta. Y rastras lleva los sueños del nocturno.  En la cama su amor. Ahí está en el apacible encuentro entre mantas y sábanas ¿Qué soñará?, se pregunto. Su rostro es tan sereno que le da cosa despertar aquello donde se sumerge en las profundidades del subconsciente pero no queda remedio la jornada se aproxima con su paso apresurado y es hora de crecer entre las columnas de la ciudad.
       Elévate amado mío. Ya es tarde. El café te espera. Truenos y relámpagos censuran este nuevo día diciendo que la lluvia vendrá. Vendrá con sus agujas frescas y su humedad. Es largo este invierno donde los ecos sonoros de la calidez se han alejado. Ya sé que duermes. Duermes en la armonía de otro mundo, de otras esferas donde la dicha congrega a todos los seres humanos en una misma hoguera. Todos iguales. Sin la aberración de la distinción. Aquí estás en esta habitación con tus sueños.  Puedo adivinar lo que por tu mente pasa.
  Andas rondado por la habitación averiguando lo que se esconde detrás de mis sueños ¡Déjame dormir¡ Soñaba un paraje lejos, muy lejos…donde los hombres y mujeres éramos recurso de la paz, de un hambre eclipsada, de armas inexistentes y frutos todos ellos del mismo río. Todos iban a beber. Sí, a beber. Se sentían…Como decirte…allendes a todo mal de la venganza, del egoísmo, de la muerte. Ya, tengo que elevar mi cuerpo y dejar este grato sueño para seguir la misma rutina de todos los días. Ya la casa se describe el aroma del café. El aroma de tu ir y venir con las prisas que presenta la mañana. Pero déjame por favor. Un poco más soñar con ese mundo perfecto.
  Todavía duerme.  Qué bello es el sueño logro averiguar. Le da igual todo. Si llega tarde que más da. Hay que recoger cada instante que nos de satisface y da felicidad como logró del yo. Yo, sola, me tomaré el café. Pensaré en el.  En lo hermoso que debe  ser vivir en una tierra distante.

  Ella se toma el café. No espera…No esperes. Me quedaré aquí con la maravilla callada de mi largo dormir.  Es tan hermoso…la siento. Creo que ya se va. Puerta que se abre y se cierra. Mientras yo seguiré aquí, bajo este techo con la alegría de un mundo mejor. 

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