Camino lento,
Una noche de luna
Discurriendo entre el lodo y la bóveda celeste.
La lluvia
Viene con su frío acero
A impregnar cada obstáculo
Que edificamos
De semillas que en el mañana florecerán.
Camino lento,
La calma tras la espalda.
Pasos que se depositan en fosas oscuras
Donde el resonar de un violín
Nos hace escalar por nebulosas de cristal.
Camino lento
Y otra vez somos jardín de los astros
Que nos miran, que nos observan
En la quietud de las ramas
En el sangran de los manantiales
En el espejo que cruje
Cuando somos emancipar del agotamiento.
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