lunes, enero 05, 2015

Ábrete...

Ábrete con las ventanas que insuflan el aroma del invierno ciego. El viento y la calima viene con sus latidos fugaces hasta translucir nuestro cuerpo. Cuerpo que cae. Cuerpo que transparente refleja la oscuridad de sus ojos. Alas rajadas al son de un ocaso que anuncia la dejadez, el estar cansado. Te abres y te dejas llevar por cierta melodía. Siempre la misma que hace que tu vientre se estremezca, que hace que tus manos impulsivas acaricien los cirios del universo. Y la plenitud llega. Llega de callada manera.  Que más…Que decir solo las palabras del silencio son cima  que soplan en tu paso al norte, al norte…

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