Sonidos.
El viento.
Arrebatado corazón
Que erige sus vuelos
Al son de una melodía.
Se despeja el cielo
El color intenso de una llanura celeste
Nos embriaga hasta el ocaso del día.
La miramos.
La saboreamos.
La amamos.
Aquí estamos, en vertical
Con la inconclusa historia
Que fluye por nuestras venas.
Veleros insuflan el aroma de las lavandas,
Las mareas nos azocan
En la ventura de ser y estar.
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