En su jardín.
Miraba maravillada en el despertar la alegría de los pájaros. Cantaban para
ella. Ella mujer sumergida en el silencio y la soledad. Pero esos instantes en
que un poema de estas avecillas dejaban colgado en las ramas la hacían
vertical, bonancible ser que llevada por la brisa recogía cada verso en su
corazón. Alzo su mano y leyó. Un mensaje de otra esfera.
Xx: Que me decís amigos míos
desde este paraje remoto donde el brusco vendaval de la vida me ha llevado a
este estado de tundras alumbrando mis manos. Hay días que parezco morir. Si una
muerte donde mis ojos miran al firmamento y solo ve oscuras nubes que me
acarician. Me dejáis un poema en el único árbol que rasguea cuando el viento
viene. Sí, es el poema de la vida. Del seguir adelante. De caminar ante el
abismo elevándome cuando los astros se han ido. Que decís hoy.
Fortaleza es el aliento
De tus pasos
Que guiados por tus manos
Borras esa bruma
Que tus ojos teje y teje.
Mis ojos tejiendo y tejiendo arco
iris en el universo matutino cuando el astro rey espanta a esas nubes
resurgiendo así de su sueño. Soy vertical. Me elevo en vuestros versos como si de mi sangre se
tratara. Temblorosa lo guardo en mi corazón y espere que este mal huya por
sendas invisibles a mis ojos. Mis ojos tejiendo y tejiendo el porvenir.
Soñadora soy. Sí, un sueño que cada momento me emancipa de la pena y rio. Reír y reír que más. Una sonrisa que me mantiene despierta
para cuando llegue…
En su jardín. Estelas de colores
se vuelcan en su rostro. Parece erupcionar espléndidas siemprevivas que corriente arriba da luz a su oscuridad.
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