Tú que puedes soñar
Sobre barcos que van hacia el destino brioso.
Tú que puedes agrandarte
Cuando dices algo sobre la felicidad.
Tú que puedes ejercer
El encanto del amor.
Dime como ascender por esta vida
Donde los buitres se columpian
A ras de mis espaldas.
Cansada.
Sí, estoy cansada.
No me ves.
Tú que puedes caminar
Entre los astros que pueblan nuestro mundo.
Dime como alumbrar mis manos
Para que se nutran de calor.
Siento frío.
Un frío que se colma hasta mi vientre
Alimentándose, alimentándose
De mis escasas ansías de seguir.
Tú, siempre enamorada del arco iris
Cuya paleta recorre tu sangre
Dime como ser caricia al aliento.
El viento se acerca.
Seguro.
Hurgando cada herida
De mis entrañas.
Tú que sabes de esas cosas,
Del dolor de las lágrimas
Que se pierden con una sonrisa.
Dime, cuéntame
Como alzar una sonrisa
De cuyo rostro solo hay pesadez.
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