Sed.
Hay mucha sed.
Sed de huesos
Que huelen a bosques
Donde las pisadas se pierden
su encanto
Cuando nos tropezamos por campos de refugiados.
Hambre.
Hay mucha hambre.
La sombra maligna hace hueco en sus manos
Y sus vientres son hojarasca que vuelan
Lejos, muy lejos
Donde nuestra mirada no puede retozar.
Enfermedad.
Hay mucha enfermedad.
La debilidad es caos que nos transforma
En hijos de tumbas anónimas
Donde nadie irá a llorar.
El precipicio de la humanidad
Camina a ras de sus venas
Donde el rojo de su sangre
Es blanco, es negro.
Donde están las lágrimas, ¿Dónde?
Oscuridad.
Brumas que envuelven al ser
En ventiscas de ortigas.
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